una semana
y cientos de instantes
infinitos,
pestañas y deseos robados,
la existencia del no-tiempo,
las palabras enredadas
en cabellos despeinados,
dorados,
suaves,
perfumados de mí.
Y así es como se amontonan,
cristales de puntas de seda,
tus partículas en mi pecho.
.